Vivimos en la era de la información y nuestros estudiantes tienen una gama súper amplia de datos e información en el Internet. Muchas veces pensamos que ellos no leen lo suficiente, eso no es necesariamente cierto, lo que sucede es que ellos están leyendo mayormente en medios no considerados convencionales por muchos adultos. Están leyendo en redes sociales, blogs, artículos, y en diferentes sitios y formatos en la Web. 

El problema que vemos primordialmente no es tanto si leen o no, el problema es que muchos estudiantes no están realmente comprendiendo lo que están leyendo y esa falta de comprensión produce un problema mayúsculo al no poder generar algo productivo de lo leído. En otras palabras, una gran cantidad de estudiantes no están adquiriendo un aprendizaje significativo y duradero de lo que leen. Según el informe estadístico de la UNESCO del año 2017, más de la mitad de los estudiantes que finalizan su secundaria en Latinoamérica y el Caribe no poseen una capacidad de comprensión lectora mínima para afrontar los escenarios que estamos viviendo en el siglo XXI, estos son datos alarmantes.

“El leer para aprender es algo indispensable porque a partir de allí puedes desde ser autodidacta hasta insertarte en el sistema. Sin esa competencia, creo que estamos generando muchos niños y adolescentes que van derecho a muchas frustraciones personales y de integración social y laboral. Sin leer ni entender textos es muy difícil progresar en ningún área” Silvia Montoya, directora del Instituto de Estadísticas de la Unesco.

El sistema tradicional de educación pone un enfoque demasiado grande a la gramática, o sea el estudio de las reglas, estructura y composición que tiene una lengua. Al estudiar primordialmente la estructura de la composición del idioma y sus reglas se promueve de una manera inconveniente un aprendizaje aislado del sistema lingüístico general porque este modelo no contempla de manera integral todos los componentes requeridos para poder comprender de una manera correcta un texto determinado, o sea, el enfoque gramatical como eje primario no considera el conocimiento léxico, la síntesis, la fonología, la morfología y las características estructurales de un texto de una manera contextualizada. 

Si bien es cierto es importante conocer la estructura correcta del idioma, es mucho más importante poder comprender lo que se está leyendo, un ejemplo muy sencillo de esto, es alguien que conoce la estructura y composición de todos los acordes musicales, pero no puede ponerlos en ejecución en un instrumento musical o no puede leer y tocar un instrumento desde una partitura. El saber solamente no es suficiente en nuestros días, es necesario saber, pero más aún saber hacer. Es esencial que los estudiantes desarrollen habilidades de pensamiento para poder ser exitosos y productivos en el mundo en el que vivimos.

Cuando hablamos de habilidades de pensamiento nos referimos a aquellas capacidades de la mente que le permiten a una persona procesar información, sintetizarla, filtrarla, clasificarla, agruparla y hacer conexiones que le permitan desarrollar una postura crítica y divergente sobre uno o varios temas en particular, y a la vez, que el resultado de ese proceso le permita a la persona tomar decisiones inteligentes aplicando de una manera práctica los conocimientos adquiridos. Podemos concluir que las habilidades de pensamiento le permiten a una persona convertir la información en conocimiento, y el conocimiento convertirlo en situaciones innovadoras y productivas para sí mismo y para la sociedad. 

 

“En educación cuando creíamos saber todas las respuestas nos cambiaron todas las preguntas” Emilio Torres, director pedagógico de Progrentis.

Ahora la pregunta es cómo hacer el cambio que nos permita desarrollar estas habilidades de pensamiento en los estudiantes, acá les dejo algunas ideas.

Cambiar el sistema tradicional de preguntas en los exámenes. El sistema tradicional sugiere hacer preguntas cuyas respuestas están explícitamente respondidas en los libros de texto, los estudiantes lo que deben hacer es aprenderlas de memoria y contestar lo que el libro dice. La ciencia ha demostrado que esta dinámica no produce un aprendizaje significativo y duradero en los estudiantes, lo aprendido de memoria con el fin de pasar un examen queda en la memoria corta del cerebro y pronto se olvida.

Las preguntas deben invitar al estudiante a pensar, a tomar una posición crítica y justificarla en base a un proceso de continua indagación e investigación. Evidentemente para lograr esto, las metodologías de enseñanza-aprendizaje deben cambiar también. Un ejemplo de cómo puede darse un cambio en este sentido es el siguiente: suponga que en la clase de ciencias se está estudiando el cambio climático, en el sistema tradicional se haría un examen y una de las preguntas sería ¿qué es el cambio climático?, el estudiante recordará que la definición está en la página 35 del libro de texto y trataría de contestarla tal y como aparece en el mismo y cómo lo memorizó. 

En un sistema educativo innovador la dinámica sería distinta, en lugar de preguntar algo que el libro ya responde y da por un hecho, la pregunta cambiaría a algo como ¿es cierto que el cambio climático existe?, justifique su respuesta. Parece algo trivial o simplista pero la verdad no lo es, el estudiante para contestar la pregunta del sistema tradicional solo debe haberse aprendido de memoria la definición, en la segunda, el estudiante no puede basarse solo en un libro de texto o inclusive en la posición del docente; para responder la pregunta el estudiante debe investigar acerca de la posición de científicos que dicen que no existe el cambio climático y los que dicen que sí, debe analizar la información, sopesarla y tomar una postura crítica con respecto al tema.

En el proceso de indagación continua se invita al estudiante a pensar, a analizar, a clasificar y tomar decisiones. El estudiante se vuelve un ente activo de su proceso de aprendizaje y al participar activamente nos aseguramos no solamente del desarrollo de habilidades de pensamiento esenciales, sino que nos aseguramos que el aprendizaje adquirido en el proceso sea significativo y duradero. 

Promover el uso y creación de mapas conceptuales y paisajes de aprendizaje. Los mapas conceptuales, así como los paisajes de aprendizaje le ayudan al estudiante a asociar conceptos de una manera visualmente eficaz y atractiva. Los mapas conceptuales se trabajan con imágenes que muestran cómo las ideas, conceptos o temas se relacionan entre sí. Los mapas conceptuales ayudan a desarrollar un entendimiento más profundo, ayuda a los estudiantes a ver de manera macro que tanto dominan de un tema específico y a enfocarse en aquellas áreas que aún no comprenden Los paisajes de aprendizaje por su parte ayudan a los estudiantes a dominar el uso de múltiples medios para demostrar la adquisición y dominio de temas o conceptos. 

La investigación ha demostrado que los estudiantes aprenden mejor cuando participan de una manera activa, significativa y contextualizada en lugar de solo ser receptores pasivos. Tanto los mapas conceptuales como los paisajes de aprendizaje ayudan a los estudiantes a generar contenido más dinámico, significativo, y conectado a situaciones que conocen o han vivido, esto potencia sus procesos de aprendizaje de una mejor manera que solo recibir información abstracta y descontextualizada como usualmente se hace. 

Implementar soluciones educativas como Progrentis. Si la institución cuenta con una infraestructura que les permita a los estudiantes acceder a dispositivos como computadoras, laptops o tablets con conexión a Internet, esta solución educativa le traerá muchos beneficios tanto a los estudiantes como a la institución en general. ¿Qué es Progrentis y para qué sirve? Progrentis es una solución educativa que trabaja cuatro áreas fundamentales en los estudiantes, siendo la primera de ellas las habilidades de pensamiento donde los estudiantes primero aprenden a leer para luego aprender leyendo utilizando el razonamiento, el análisis, la lógica y la síntesis de una manera completamente contextualizada al mundo actual. 

A su vez, Progrentis, desarrolla habilidades de alfabetización digital, capacidad atencional y crea rutas de trabajo personalizadas para cada estudiante en base a sus capacidades y a las inteligencias múltiples predominantes. Progrentis utiliza el aprendizaje adaptativo, la colaboración y la gamificación para desarrollar el pensamiento creativo, la resolución de problemas, y la capacidad de “aprender a aprender”  en los estudiantes. Es en resumen una solución costo efectiva que ha demostrado resultados asombrosos en más de doscientos veinte mil estudiantes alrededor del mundo. Si como institución desean hacer una transformación radical y potenciar estas habilidades en los estudiantes esta sin duda es la mejor opción. 

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